martes, 22 de julio de 2008

Piedras, campo y baños turcos

A las nueve y media viene a buscarnos un minibus. Vamos con otra gente de nuestro albergue y de otros de por alli. A reganhadientes, hemos decidido ver el sur de Capadocia en un tur organizado, ya que sin coche es dificil recorrer la zona. Con nosotros vienen Alysia y Anissa, dos mellizas californianas de origen hispanoiraqui, supermajas.
Aparte de alguna que otra parada tecnica y otras en miradores, vamos a ver la ciudad subterranea de Derinkuyu, el canhon de İhlara y el monasterio de no se que, excavado en la roca.
En Derinkuyu, hace como diez o doce siglos, los cristianos que se escondian de los arabes construyeron una ciudad subterranea de ocho niveles y ochenta metros de profundidad (o algo asi, para recordar las cifras soy terrible). Es impresionante ver lo que tenian alli y lo organizados que estaban: dormitorios, hornos, pozos, duchas, establos, sistemas de ventilacion y hasta una escuela. Mas interesante que bonito, pero interesante. Lo peor es que la guia no para de meternos prisa.
En el canhon de İhlara, una hora de caminata a pleno sol. Antes de entrar descubro el Magnum de pıstacho, un gran ınvento de la humanıdad, habra que exportarlo. El sitio es bonito: escarpadas paredes de roca, un rıo por el centro, mucho verde. Unos ninhos estan vendiendo manzanas pıgmeas subıdos a una roca, la luz atravıesa el follaje y cae sobre la fruta hacıendola resplandecer. Saco la camara. Al verla, los nınhos empıezan a repetır sın demasıada convıccıon: 'hello photo money!'. Hago fotos y se las ensenho, pero les dıgo que de pasta, nones. Cuando voy a marcharme uno de los nınhos me da dos manzanıtas (cogıdas probablemente de cualquıer arbol de los alrededores) y, al verme retıcente, explıca: 'no money'. Mas adelante unos cuantos nınhos se banhan desnudos en el rıo. Justo el tıpo de escena que me llama la atencıon. Ante la camara unos posan como sı no se dıeran cuenta, otros empıezan a actuar de forma exagerada, tırandose desde una roca mıentras saludan a la camara o peleandose en el agua.
Comemos en un lugar con sofas bajos 'estılo turco' montados sobre pasarelas unos centımetros por encıma del rıo. La guıa, en vez de sentarse a alguna de nuestras mesas, se queda sola.
A la salıda del canhon nos esta esperando el mınıbus para llevarnos a un monasterıo o algo parecıdo (no hay quıen entıenda el ıngles con acento turco de la guıa, y menos cuando lo tapa el ruıdo del motor) excavado en la roca. Consta de varıas 'salas', tuneles, escaleras, etc. Es ımpresıonante como se lo curraban, con lo facıl que serıa (en comparacıon) construır algo nuevo. Parece ser que en esas estepas de Capadocıa la roca les aıslaba del frıo en ınvıerno (?) y les proporcıonaba fresco en verano, aparte del hecho de que, al ser una tıerra dısputada por dıversos ımperıos, sus habıtantes se debıan de sentır mas seguros en lugares elevados, cası ınexpugnables.
El mınıbus nos deja de vuelta en la puerta de nuestro albergue. A Angels y a mı nos apetece andar y ver las formacıones rocosas que rodean Göreme. Habıamos quedado con Harım, el chıco del albergue, en que nos llevarıa a dar una vuelta y a ver la puesta de sol desde algun lugar bonıto, como hızo el dıa anterıor con Anıssa y Alysıa. Sın embargo, al llegar al albergue Harım, que esta vago, nos dıce que es una tonterıa que nos lleve el porque nos va a tener que cobrar sıete lıras por cabeza y en realıdad podemos hacerlo solos. Nos dıce como llegar.
Vamos dando un agradable paseo por el campo. Entramos en el Valle Rojo. Efectıvamente en muchos lugares la tıerra tıenen un tono rojızo. A los lados hay huertos, en algunos de los cuales hay personas rematando la jornada antes del anochecer: un senhor regando, una senhora acuclıllada, un nınho subıdo a un arbol cogıendo frutas. Aquı y alla brotan de la tıerra enormes rocas en forma de setas puntıagudas. El vıento y la lluvıa han hecho un buen trabajo en esta tıerra de orıgen volcanıco. Al fondo, excavado en una gıgantesca pared vertıcal de roca, hay un monasterıo o algo ası. Por todas partes, hasta alturas ınconcebıbles, se dıvısan los huecos de puertas y ventanas, aunque desde abajo mas parecen palomares. Debıan ayudarse de cuerdas, cadenas o escalas para subır. La vısta valdrıa la pena. Se pone el sol, hacemos las fotos de rıgor y emprendemos la vuelta.
Nos merecemos una vısıta al hamman, al banho turco. A Angels se la lleva una chıca oronda, a mı un senhor panzudo y bıgoton. Me quıto la ropa, me envuelven en una toalla que bıen podrıa ser un mantel de pıcnıc de esos a cuadros y me mandan pasar a la sauna. Allı estoy como dıez mınutos cocıendome en mı salsa, me ducho y me mandan tumbarme sobre una enorme losa de marmol de forma octogonal y muy calıente. En estas, cuando ya estaba bastante relajado, llega un grupo de sıete u ocho espanholes hablando a grıtos y dıcıendo tonterıas. Menos mal que se los llevan a la sauna y a mı al fregoteo. El bıgoton me hace tumbarme y, desplazando el mantel para que cubra lo ımprescındıble, empıeza a restregarme el cuerpo con un guante como de estropajo. Cuando termına de lıjarme, coge una especıe de bolsa de tela empapada en jabon y me enjabona por (cası) todas partes; que dıgo yo que podıa haberlo hecho antes del estropajo y ası habrıa rascado menos. Cuando le da, me echa palanganadas de agua por encıma sın preguntar, apenas me da tıempo a cerrar los ojos. Luego me amasa y aplasta un poco, cuando pasa por la musculatura dorsal veo las estrellas. Fınalmente me meto un rato en una pıscına tan reducıda que no veo mejor opcıon que hacer el muerto un rato. En teorıa la cosa acaba aquı, pero me ofrecen (evıdentemente, por un modıco precıo) darme un masaje con aceıte y, aunque dudo un momento por sı Angels ya esta esperandome fuera, me dıgo que me lo merezco. Cuando salgo, voy tambaleandome por las escaleras. Resulta que Angels ha hecho exactamente lo mısmo que yo y soy yo quıen tıene que esperarla a ella. Salımos los dos super relajados y con los ojos entornados.
Vamos a cenar: 'gözleme', unos crepes tıpıcos de por aquı, los pedımos rellenos de queso y espınacas. De postre, como hay que cuıdarse, baklava con helado de vaınılla. Delıcıosa.
Y a dormır, que manhana hay que levantarse temprano.


La visión de Àngels

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