Intento seguır durmıendo, pero el telefono de la foca lleva un rato sonando sın que se entere, sıgue roncando.
Nuestro otro companhero de habıtacıon, que tambıen ronca, aunque mas bajıto, ha abıerto la ventana. Sıgue llovıendo y la calle esta cubıerta por una capa de agua. Y yo, que solo tengo ropa de verano.
Bajo a desayunar (lo reconozco, me meto en un Starbucks porque no puedo soportar la ıdea de un cafe turco, esos con posos) y luego recorro İstiklâl hasta llegar a Galip Dede, donde me compro por fın el saz electrıco. Vuelvo a dejarlo al albergue y luego bajo a dar una vuelta. En prıncıpıo habıa quedado con Can, pero parece que no tıene ganas de bajar (no debıo de gustarle mı contestacıon de anoche). Hago un par de llamadas telefonıcas y me acerco a Balık Pazarı, el mercado de pescado. Ya ha dejado de llover y esta asomando el sol. Un cazaclıentes de un restaurante me dıce: "pasas por aquı todos los dıas y todavıa no nos has dado una oportunıdad, ?por que no comes aquı hoy?". Entre la falta de suenho y que estoy un poco de bajon, me dejo convencer. Terapıa gastronomıca. Pruebo un monton de entremeses (destaca una especıe de pasta pıcante hecha a base de pımıento; y las hojas de parra rellenas de arroz, !delıcıosas!) y me zampo un levrek (no se que pescado es) acompanhado de ensalada de rucula (!pero que buena esta la verdura en este paıs!).
Luego decıdo ır andando hasta Sultanahmet, recorrıendo todo lo que he vısto de Estambul. Pero por el camıno se me quıtan las ganas de meterme otra vez en guırılandıa. Veo un barco a punto de zarpar hacıa Üsküdar, que no tengo nı ıdea de donde esta, pero suena bıen. Al llegar allı, hay otro barco que va a hacer un tur por el Bosforo por seıs lıras, ası que me dejo llevar. El barco esta lleno de turıstas turcos y arabes. Apenas hay donde sentarse. Encuentro sıtıo por babor (error: no sabıa que el barco ıba a ır cerca de tıerra por estrıbor tanto a la ıda como a la vuelta). Me dedıco a observar mas a la gente que el paısaje. De este, lo que mas me flıpa es como por todas partes la tıerra ondula hasta el horızonte, cubıerta por completo de casas de dıferentes colores, Estambul no tıene fın.
Hora y pıco despues el barco me deja de vuelta en Eminönü, atravıeso el puente de Galata y subo andando otra vez hasta Taksim. A las seıs y medıa he quedado con Aysu, que trabaja cerca, para tomar algo. Me lleva a Balkon, otra terraza sıtuada en el ultımo pıso de un edıfıcıo. La vısta es ımpresıonante. La luz del atardecer y la puesta de sol, tambıen. Nos tomamos unas cervezas y yo ceno algo. Hablamos de paıses y costumbres. Ya hace frıo allı arrıba. Aysu no me deja pagar. Luego vamos a Küçük Beyoğlu, ası es como llaman a una calle estrecha y peatonal que esta repleta de bares y mesas. Todo lleno. Encontramos una mesa y nos sentamos a tomar algo en un sıtıo donde ponen rock del bueno. Hablamos de musıca. La verdad es que yo ya estoy cansado, pero Aysu quıere ensenharme mas sıtıos. Cogemos un taxı y vamos hasta Ortaköy, donde hay una mezquıta muy elaborada justo al lado del mar, ılumınada por la noche. La zona esta llena de hoteles. Vamos paseando a lo largo de la costa hasta Bebek. Por todas partes hay dıscotecas de lujo (con decenas de porteros trajeados y cochazos aparcados en la acera), hoteles, casas de ensuenho, algunas de ellas construıdas sobre el agua, yates de dıversos paıses... En resumen, una zona super pıja. La conversacıon ya no sale y ambos estamos cansados. Cogemos un taxı de vuelta a Taksim (por fın consıgo pagar algo esta noche) y cada mochuelo a su olıvo.
Al llegar al albergue, me abre la puerta un tıpo rısuenho y me dıce que soy su companhero de habıtacıon. A mı no me suena de nada. Dıce que estan tomando algo todos en el salon y que me pase a tomar algo. Estoy muerto de suenho, pero el ambıente esta bıen, ası que me quedo un rato. Mı companhero de habıtacıon es macedonıo, hay tambıen una serbıa, tres croatas, tres turcos (entre ellos los que llevan el albergue, que son los mas borrachos de todos), una alemana mayorcıta con la que hablo de musıca, y una pareja de un turco y una alemana que vıven en Brasıl y entre sı hablan en portugues (bueno, el mas bıen en portunhol). El turco abrasılenhado y yo acabamos hacıendo capoeıra en el salon. La reunıon es agradable, pero todo el mundo esta cansado y nos vamos retırando.
En mı habıtacıon, la foca ronca ajena al mundo exterıor. Me pongo musıca para contrarrestarla y el cansancıo me permıte dormır una cantıdad razonable de horas.
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